sábado, 18 de abril de 2009


Hay una calle en Flores en la que viven todas las novias abandonadas.
Al atardecer salen a la vereda y miran ansiosas hacia las esquinas para ver si vuelven los novios que se fueron. A veces conversan entre ellas y rememoran viejos paseos por el Rosedal.

Por las noches se encierran a releer cartas viejas que guardan en cajitas primorosas o admirar fotografias grises.
Los domingos se ponen vestidos floreados y se pintan los labios. Algunas escriben diarios íntimos con letra prolija.
Dicen que no es posible encontrar esa calle. Pero se sabe que algún día desembocará en la esquina el batallon de los novios vencedores de la muerte para rescatar a las novias perdidas y llevarlas de paseo al Rosedal.
Esto será dentro de mucho tiempo, cuando endulce sus cuerdas el pájaro cantor.

1 comentario:

Félix dijo...

Lástima.

Yo quería ir a esa calle, a encontrar alguna novia perdida.

Saludos.